viernes, diciembre 08, 2006

Navidad, Navidad, época de paz y felicidad...

Y es que eso es lo que es la Navidad. Broncas aparte, la Navidad significa tiempo con la familia, el recuerdo del nacimiento de Jesús, los villancicos, los atracones de Nochebuena, los fiestorros de Nochevieja (en muchos casos), el roscón de Reyes, la lotería aunque sea sin el calvo, los regalos, las compras, el portentoso y majetuoso discurso del Rey el día 24.
La Navidad vuelve como todos los años, y yo vuelvo al blog por Navidad tras una prolongada ausencia en la que he estado ocupado en otros menesteres, como vuelve el del turrón o como no vuelve el calvo de la lotería.
Y es que vuelvo porque ya estoy viendo venir a ciertas personas que vendrán reclamando sus derechos como todo buen hijo de vecino. Ya puestos a hacer las chorraditas con las señales de tráfico, propongo a los responsables de la susodicha tontería que se piensen las siguientes ideas y que si son factibles las lleven a la práctica:
  • En primer lugar, reclamar a Mamá Noël como el símbolo de paridad. Ya está bien de viejos barbudos montados en trineos tirados por renos, y encima uno con la nariz roja. ¿Qué pasa, que no había otro color? Y además, lo mejor de todo es que Mamá Noël no sería un invento de la Cocacola, sino de aquel que se lo inventara. Y mucho ojo, no me refiero a las jóvenes Mamá Noël que salen por ahí, no, porque esas de mamás tienen poco. Tanto que andan sacando por ahí a la señora de Santa Claus y luego no se la ve ni en pintura. Qué narices, aquí igualdad para todos y todas.
  • Con los renos digo lo mismo. ¿Qué pasa aquí que todos los renos son varones? ¿No hay ni una rena? ¿Por qué son siete renos? ¿No pueden ser ocho y poner cuatro renos y cuatro renas? No, nooo, claro que no, a ver si durante el viaje les va a dar por hacer renitos y la vamos a liar, ¿verdad? Pues no, señor, aquí igualdad para todos y todas.
  • ¿Y qué hay de los elfos domésticos de Papá Noël? En mi vida he visto elfinas que ayuden a hacer los juguetes. Son todos tíos, los elfos, de ese estilo que tan bien se copió JK Rowling. Aunque a lo mejor sí que hay elfinas, pero como es lógico a ellas las pone el Papá Noël a limpiar la casa mientras que los otros hacen el trabajo duro. ¿Pero qué es esto? ¿Qué clase de Navidades se van a pasar? ¿A los elfos qué les regalan? ¿Todo el año trabajando para nada?
  • Y puedo seguir aún mucho más. ¡Los Reyes Magos! Llevo Navidades y Navidades aquí y sólo he oído hablar de sus Majestades los Reyes Magos de Oriente. De las Reinas Magas, nada. ¿Qué pasa, que estos tíos llevan 2000 y pico años sobre la faz de la Tierra y aún no han encontrado mujer? ¿Qué esperaban, que la estrella les guiara al sitio idóndeo tras llevarles al Portal de Belén? Nada de Reinas Magas, nada de nada. Y los camellos son camellos, con o. Obviamente. ¿Cómo iba a soportar una camella el peso de seis mil trescientos cuarenta y siete millones de juguetes? ¿No son magos? Pues vaya unos magos.
Eso sí, siempre nos queda la Nochebuena, la Nochevieja y el día de Reyes, fuera de todas las estúpidas chorradas que acabo de decir.
Así que, señores, en Nochebuena todo el mundo a ayudar a preparar la cena, a poner la mesa, a servir los platos, y listo. Porque ya veo que alguien dice que la cena de Nochebuena la tiene que hacer ella sola sin ayuda.
Y si no tienes ganas de ayudar, por lo menos ve a comprar el roscón, coño, sal a la calle, toma el fresco, HAZ ALGO, aunque sea ver el sorteo de lotería a ver si te toca algo.
Bueno, después de esta monumental paranoia clamando igualdad de derechos y paridad que tanto gusta a quien pone las señales del paso de peatones un monigote con coleta diciendo que eso es una mujer, cierro el kiosco por hoy.
Pero volveré en breve para contar cómo son las peores Navidades que puede llegar a pasar una persona que de verdad odie estas fechas tan señaladas.