Las Miradas

Más de cerca, si la chica mantiene la mirada puede ser síntoma de amistad, pero si se acerca cuando el chico se acerca, puede ser interpretado por un tercer observador como un gesto de interés posiblemente fuera de la amistad. Sin embargo, y a pesar de ello (y de que el chico también lo piense así), no suele acertar en la diana aquel que apueste por ese caballo, pues también depende de la manera de ser de la chica. El tan consabido “espacio vital” es algo que podemos ceder temporalmente sin que haya una insinuación amorosa. No obstante, la cesión continua sí es interpretada habitualmente como un sinónimo de intimación. Y cuando la chica, consciente o malignamente, “se deja invadir” generará casi inevitablemente un conflicto si es que en verdad no está interesada.

La chica puede ser inconsciente de sus señales, pero no debería ser tan cínica como para negarlas. Una mirada, un acercamiento, la cesión del espacio, el roce de una mano… son muchos síntomas de atracción. Jugar con ellos no es nada ético. Y a pesar de todo, seguimos cayendo en las mismas trampas, porque no podemos dejar de ver esos ojos tan bonitos.
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